El buque Sam Ratulangi PB 1600, desaparecido por nueve años, fue hallado a la deriva en una playa de Birmania, sin tripulación ni carga. Al inspeccionarlo, las autoridades solo encontraron a cinco pescadores curiosos.

La policía descubrió cables rotos en la proa, lo que llevó a rastrear un remolcador llamado Independence, ubicado a 80 km de la costa. La tripulación confesó que remolcaban el buque hacia un desguace en Bangladés, pero el mal tiempo rompió los cables, obligándolos a abandonarlo.
Así se resolvió el misterio del “barco fantasma”, que en realidad era un navío en tránsito hacia el desmantelamiento que fue dejado a la deriva por una tormenta.