Lo que debía ser un procedimiento estético de rutina terminó en tragedia. Una joven de apenas 26 años perdió la vida tras someterse a una cirugía estética en la reconocida Siluet Esthetic Clinic, ubicada en una zona de alta demanda en procedimientos cosméticos. La noticia ha generado conmoción, indignación y un llamado urgente a revisar los controles médicos en este tipo de clínicas.

La víctima, identificada como Daniela M., acudió a Siluet Esthetic Clinic para someterse a una liposucción con transferencia de grasa, una cirugía muy popular entre mujeres jóvenes. Según su familia, Daniela había investigado previamente la clínica, confiando en su reputación y en las promociones que ofrecían en redes sociales.
La intervención fue realizada el pasado lunes. Aunque el procedimiento fue aparentemente exitoso, pocas horas después Daniela comenzó a presentar dolor intenso, dificultad para respirar y mareos. Fue trasladada a una clínica privada cercana, donde entró en paro cardiorrespiratorio y falleció poco después.
Investigación en curso
Las autoridades sanitarias y el Ministerio Público ya han iniciado una investigación formal. La clínica ha sido temporalmente clausurada mientras se realizan peritajes en el quirófano, se revisa el expediente médico de la paciente y se determina si hubo negligencia o mala praxis.
Una industria poco regulada
El caso ha reavivado el debate sobre la regulación de la cirugía estética en muchos países de América Latina, donde clínicas privadas promocionan procedimientos con precios accesibles, pero sin cumplir con todos los estándares médicos necesarios.
En los últimos años, se han registrado múltiples casos de muertes y complicaciones graves tras procedimientos estéticos mal realizados, en lugares que operan con licencias irregulares, personal no capacitado o sin unidades de terapia intensiva en caso de emergencia.