Cáncer de tiroides: causas y síntomas que debes conocer.

¿Qué es el cáncer de tiroides?

El cáncer de tiroides es un tipo de cáncer que se origina en la glándula tiroides, ubicada en la parte frontal del cuello. Esta glándula produce hormonas que regulan funciones vitales como el metabolismo, el ritmo cardíaco y la temperatura corporal. Aunque no es uno de los tipos de cáncer más comunes, su incidencia ha aumentado en las últimas décadas, en parte debido a mejores métodos de detección.

Existen varios tipos de cáncer de tiroides, siendo los más frecuentes el papilar, folicular, medular y anaplásico. El papilar representa aproximadamente el 80% de los casos y, en general, tiene un pronóstico favorable si se detecta a tiempo.

Principales causas del cáncer de tiroides

El cáncer de tiroides no siempre tiene una causa clara, pero se han identificado varios factores de riesgo que pueden contribuir a su aparición:

Exposición a radiación

La exposición a radiación, especialmente durante la infancia, es uno de los factores de riesgo más importantes. Personas que han recibido tratamientos con radioterapia en el cuello o que vivieron cerca de zonas con accidentes nucleares tienen mayor probabilidad de desarrollar cáncer de tiroides.

Antecedentes familiares

Las personas con antecedentes familiares de cáncer de tiroides o síndromes genéticos hereditarios, como el síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2, tienen un riesgo más alto. En estos casos, es importante realizar controles médicos frecuentes.

Sexo y edad

El cáncer de tiroides es más común en mujeres que en hombres. Aunque puede presentarse a cualquier edad, suele diagnosticarse con mayor frecuencia entre los 30 y los 50 años.

Deficiencia de yodo

Un consumo insuficiente de yodo, un mineral esencial para el buen funcionamiento de la tiroides, puede aumentar el riesgo. Aunque es raro en países donde el yodo está presente en la sal de mesa, sigue siendo una causa en algunas regiones.

Enfermedades tiroideas previas

Personas con antecedentes de enfermedades como bocio o tiroiditis de Hashimoto pueden tener una mayor probabilidad de desarrollar nódulos tiroideos, algunos de los cuales podrían ser cancerosos.

Síntomas del cáncer de tiroides

En sus etapas iniciales, el cáncer de tiroides puede no causar síntomas evidentes. Por eso, muchos casos se detectan durante exámenes de rutina o por la aparición de un bulto en el cuello. Sin embargo, a medida que progresa, pueden aparecer los siguientes síntomas:

Bulto en el cuello

El síntoma más común es un nódulo o masa en la parte frontal del cuello. Este bulto puede ser visible o palpable y, en ocasiones, puede crecer rápidamente.

Cambios en la voz

El cáncer puede afectar las cuerdas vocales, provocando ronquera o cambios en la voz sin razón aparente.

Dificultad para tragar o respirar

Cuando el tumor crece, puede ejercer presión sobre la tráquea o el esófago, dificultando la respiración o la deglución.

Dolor en el cuello o garganta

Algunas personas experimentan dolor en el cuello que puede extenderse hasta los oídos.

Inflamación de los ganglios linfáticos

El cáncer puede propagarse a los ganglios linfáticos cercanos, provocando inflamación en esa zona.

La importancia del diagnóstico temprano

Dado que muchos casos de cáncer de tiroides tienen buen pronóstico cuando se detectan a tiempo, es fundamental prestar atención a los síntomas y acudir al médico ante cualquier señal de alerta. Las pruebas como ecografías, análisis de sangre y biopsias con aguja fina permiten un diagnóstico preciso.

Además, los chequeos regulares son especialmente importantes para quienes tienen antecedentes familiares o factores de riesgo conocidos.

Conclusión

El cáncer de tiroides puede desarrollarse de manera silenciosa, pero conocer sus causas y síntomas aumenta las posibilidades de detectarlo y tratarlo con éxito. Ante cualquier anormalidad en el cuello o síntomas persistentes, lo mejor es consultar con un especialista. La prevención y el diagnóstico temprano marcan una gran diferencia en el pronóstico.

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