Un avance revolucionario en la medicina digestiva ha surgido desde Chile, donde la destacada científica Dra. Andrea Moreno, investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, ha desarrollado el primer probiótico natural con capacidad comprobada para eliminar la Helicobacter pylori, la bacteria responsable de la mayoría de los casos de gastritis.

Este innovador probiótico fue diseñado a partir de cepas bacterianas nativas del propio tracto digestivo humano, seleccionadas por su capacidad de competir directamente con la H. pylori. La bacteria, reconocida por su habilidad de sobrevivir en el ambiente ácido del estómago, es difícil de erradicar completamente con tratamientos convencionales, que suelen incluir antibióticos y medicamentos inhibidores de ácido. Sin embargo, este nuevo probiótico ofrece una alternativa más natural, efectiva y sin los efectos adversos comunes de los antibióticos.
Según explicó la Dra. Moreno, el mecanismo de acción del probiótico consiste en adherirse a la mucosa gástrica y liberar sustancias antimicrobianas que inhiben el crecimiento de la H. pylori, reduciendo así la inflamación y los síntomas asociados a la gastritis. Además, promueve un equilibrio saludable de la microbiota intestinal, lo que contribuye a una mejor salud digestiva general.
Los ensayos clínicos iniciales realizados en pacientes con gastritis crónica arrojaron resultados prometedores: más del 70% de los participantes presentaron una disminución significativa de la carga bacteriana, mejoría de los síntomas y ausencia de efectos secundarios. Esto abre la posibilidad de tratar la gastritis de manera efectiva sin recurrir al uso prolongado de fármacos que alteran la flora intestinal.
Este descubrimiento representa un hito en la biotecnología chilena y podría tener un impacto global en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales. Actualmente, el probiótico se encuentra en proceso de validación por agencias reguladoras y se proyecta su comercialización en cápsulas o yogures funcionales en los próximos años.
La creación de este probiótico no solo refleja la excelencia científica en América Latina, sino que también ofrece una solución innovadora, accesible y sustentable para millones de personas afectadas por gastritis a nivel mundial. Sin duda, un paso significativo hacia una medicina más natural y personalizada.